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sábado, 17 de octubre de 2015

French it up!


Hoy 30 de Mayo (día de paga!!! sí)  me toca hacer night shift en mi trabajo, en un horario de 9pm a 6 am; y pues, aprovechando que no tengo mucho que hacer por ahora, decidí escribirles sobre mi "viaje" a Pondicherry.

Esta ciudad formaba parte del Imperio Colonial Francés. Y tiene un área especifica que parece una pequeña parte de "Francia" o más bien, tiene un poco de estilo europeo en esa área en especifico, sin embargo, el resto de la ciudad es India.  La verdad estaba emocionada de irme unos días, y mi idea es que probablemente hablaría francés con alguien o me encontraría uno que otro europeo vagando por ahí. Oh, realidad.

Ese día antes de irnos, me tocó trabajar en la mañana, ya tenía mi maleta preparada para salir e irme lejos y relajarme unos cuantos días.  Mis primeros 4 días de descanso.
Habíamos bookeado un hotel de una cadena de TATA (esta empresa es casi dueña de todo India, tipo Telmex), se llamaba Ginger y también llamamos al taxi que nos llevaría a 3 horas de distancia del Campus.

Curiosamente, ese día antes de irnos tuvimos un simulacro de emergencia, ya había hecho algunos en Infosys, México y eran bastante aburrido bajar los 18 pisos del edificio y ser los últimos en subir. (No volveré a quejarme nunca de los simulacros en México) y es que, pueden imaginar el simulacro más grande de mi vida, era demasiada gente, pero en exceso; el campus es muy grande entonces si trabajan muchas personas en este lugar, teníamos que salirnos del campus al punto de reunión en medio de un día bastante soleado, y teniendo en cuenta que la temperatura aquí rebasa los 40 grados, pues, ya se podrán imaginar mi situación.
Faltaban unas horas para irnos, el taxi llegaría las 5:30pm por nosotros y ya había terminado nuestro turno en le trabajo. Vámonos felices, aunque íbamos a llegar hasta las 9:30pm directo a cenar, a tomar algo y a dormir (Obviamente, eso no pasó).
Cuando llegamos al hotel, notamos que estaba algo pequeño, eso no importó, al menos siempre he pensado que el hotel en dónde te quedes es lo de menos, lo único para lo que lo vas a usar es para dormir y siempre estamos la mayor parte del tiempo fuera del hotel. Hoteles caros, para mi no, por favor!
Lo primero que llegamos a buscar después de dejar las mochilas fue un lugar dónde cenar. De hecho recuerdo que no habíamos comido ese día por lo del simulacro, entonces no alcanzamos. Salimos, tomamos un rickshaw y le pedimos que nos dejara en el centro de Pondi. Nos dejó una calle antes del Seaside Promenade, es como un malecón, de hecho es una playa sin arena; lo único que encuentras ahí son piedras y el mar, pero en la noche tiene una vista hermosa y puedes escuchar las olas relajando tus sentidos. Es algo hipnotizante.

El Malecón: al centro la estatua de Mahatma Gandhi

Había mucha gente caminado, esa calle la cierran todas las noches, ningún auto puede pasar por ahí después de cierta hora, y la gente puede caminar por la calle lentamente y disfrutar el sonido del mar,  aunque en las tardes siempre está lleno de carros, pasando y pitando por doquier. (Los Indios usan el claxon cada dos segundos, aunque creo que eso ya lo había mencionado en una entrada anterior).
Después de una larga caminata, y de utilizar nuestro querido amigo Trip Advisor para encontrar un lugar dónde cenar, vimos que habían lugares muy interesantes y bonitos por ahí. Todo era tan europeo aunque yo diría más concepto Indio-europeo. Encontramos un lugar -  no recuerdo el nombre-, se veía elegante y caro pero no nos importó. Entramos y escuchamos algo de música en vivo de un Indio tocando un instrumento indio que se llama "Sitar" (o eso fue lo que encontré en google).
Pedimos la carta, todo iba muy bien hasta que ordenamos. Tardaron más de 1hr y media en servirnos, estábamos hambrientos, todo estuvo mal ahí. A uno de mis amigos con los que me fui a Pondi, nunca le llegó su orden; estaba muy molesto, de hecho me contó que escribió un muy mal Review en Trip advisor (uy! chico malo). Nos pasamos a un café que se encuentra en el malecón, estaba muy lleno y no nos pusieron atención incluso creo que también ahí tomaron mal nuestra orden.
Definitivamente no había sido nuestro día, así que regresamos al hotel a descansar para ahora si levantarnos con el pie derecho y disfrutar el mañana.

Al día siguiente, ya teníamos algo planeado que hacer. Fuimos a desayunar al café y luego revisamos a dónde iríamos a comer, estuvo super padre por que encontramos que en un hotel de en frente del malecón había un buffet que se servia después de medio día, fuimos a preguntar, luego buscamos un lugar en donde te daban un tour en bicicleta, estaba muy emocionada por conocer Pondi, o al menos los lugares más importantes de Pondicherry en bici. Cuando encontramos ese lugar, entramos y vimos que era un tipo centro cultural. Preguntamos por el tour y nos dijeron que solamente tenían espacio el Lunes, (que era el  último día que estaríamos en Pondi, y pues regresábamos esa misma tarde) además de que  iniciaban a  las 6am, incluía agua y desayuno francés o indio, tu puedes elegir, obviamente elegimos el francés, ya hemos estado comiendo demasiada comida india; y no es que me queje, me gusta mucho, pero a veces hay que variar un poco. Mientras discutíamos el tema en español de si tomar o no el tour, había una chica francesa que nos empezó a hablar, "Ustedes hablan español" - en qué momento te imaginas que encontrarás a una francesa que habla un español casi perfecto en India? (estos europeos son unos loquillos)-.


Seguimos caminando mucho, me encanta caminar y más cuando estoy conociendo un lugar nuevo, básicamente creo que me la pasé comiendo y caminando todo el viaje. No había otra cosa que hacer. Visitamos los templos más cercanos, y regresamos a comer al buffet, estaba delicioso. No me había enamorado tanto de la comida como ahí, ensaladas y muchos tipos diferentes desde comida india y de otros lugares. Era el día de la mujer y me regalaron una copa de vino. (Qué elegancia la de Francia, no tan literal). Y en la noche, nuevamente paseamos por el malecón.

Al día siguiente, decidimos buscar un templo muy extraño, de una forma redonda y completamente dorado  se llama Matrimandir y se encuentra en Auroville, una población ubicada a diez kilómetros del municipio de Puducherry. Lamentablemente sólo nos dejaron verlo desde lejos, ya que para entrar es necesario ser miembro de esa religión. Es un lugar muy bonito, limpio y se respira mucha paz, toda la arena alrededor del lugar es naranja y el sol le da directamente a esa esfera dorada.
Luego de haber caminado a verlo, decidimos regresar y encontramos el pequeño museo con los creadores de ese lugar.



Auroville



Aquí está una pequeña descripción de ese lugar:

La pequeña ciudad ha sido fundada según las visiones de Mirra Alfassa, más conocida como La Madre, quien fuera discípula de Aurobindo. En efecto, ella organizó a los seguidores del místico en el «Sri Aurobindo Áshram en Puducherry».

Carta de Auroville

  • 1. Auroville no pertenece a nadie en particular, Auroville pertenece a la humanidad en su conjunto, pero para vivir en Auroville hace falta ser servidor voluntario de la consciencia divina.
  • 2. Auroville será el lugar de la educación permanente, del progreso constante, y de la juventud que nunca envejece.
  • 3. Auroville quiere ser el puente entre el pasado y el futuro. Aprovechando todos los descubrimientos exteriores e interiores Auroville se lanzará audazmente en el futuro.
  • 4. Auroville será el lugar de una investigación material y espiritual para dar una manifestación viva a una unidad humana concreta.

Gracias Wikipedia!

Luego de una visita de paz espiritual, decidimos ir a visitar una playa en Pondicherry a la que si pudiéramos meternos al mar. Y aunque no la mencioné en la entrada anterior sobre las playas de Chennai (bueno, igual no está en Chennai, pero si en Tamil Nadu; Pondicherry se considera un estado separado... para mi es lo mismo), Paradise beach, es el nombre de este lugar, tampoco fue una de mis playas favoritas, lo interesante de visitarla era que para poder llegar a ella, tienes que cruzar un lago en bote.





Había una fila algo larga para subirnos al bote, una cantidad grande de Indios que planeaban visitar el lugar estaban ahí, entonces tuvimos que esperar un rato hasta que nos dejaran subir. Tardamos unos 15 minutos aproximadamente en llegar al otro extremo en dónde estaba la playa.
Estaba llenísima, demasiados Indios en ese lugar, intentamos caminar al otro lado pero estaba separada con unas banderas y se prohibía el paso, porque ahí es donde estaban los hoteles -era una zona privada-.
Entramos al mar, estaba perfecto, sin embargo, no sé nadar y le tengo miedo al agua, así que no pude irme muy lejos, un amigo me enseño que debía brincar cada vez que una ola llegara, y mientras vayas más alejado de donde se rompe la ola, estará más tranquilo todo. -Perdón mi ignorancia, pero yo no sabía eso hasta que llegué ahí-.
Atardecer regresando de la playa

La última noche que pasamos en Pondy, caminamos todo el malecón nuevamente. No es un lugar en el que se puedan hacer muchas cosas diferentes. Llegamos al final y curiosamente nos encontramos otros extranjeros, eran dos Argentinos y un Mexicano y para ser más exactos era un regio (DIOS! díganme en qué momento te imaginas en India - o sea, al otro lado del mundo-  encontrándote con una persona de la misma ciudad que tú?). Eran muy simpáticos, nos contaron que estaban visitando toda India, cada día iban a una ciudad diferente y luego se irían a otros países, era una especie de beca o algo que les permitía conocer Asia. Me pareció muy interesante, eran uno niños de 18 o 19 años y ya habían conocido todo INDIA, me encantó conocerlos.  Regresamos tarde al Hotel, aunque teníamos que prepararnos para el siguiente día. Ya habíamos planeado que antes de regresar al Campus, nos levantaríamos temprano ( a las 6am ) para ir a hacer el recorrido en bicicleta, y lo hicimos.


Kolam: los realizan cuando hay una celebración religiosa importante.
Ella nos dio un recorrido por todo Pondy y aquí llegamos al mercado
La parte del mercado de flores <3

El interior del negocio en donde nos dieron el recorrido

Para mi ese recorrido fue mágico, esta chica India sabía todo de ese lugar, fuimos a los lugares principales, a los templos, al malecón, y nos daba una explicación corta de lo que había sucedido ahí y  del porqué se había construido ahí.
Las bicicletas eran muy bonitas, la verdad me encantó el concepto de ese negocio. Llegas, te dan tu bici, una botellita de agua y vámonos.

El recorrido duró aproximadamente 2 horas, y la parte que más me gustó fue cuando entramos a un Mercado de flores y de alimentos, y ahí se encuentra la verdadera India, su manera de vender, de regatear, los colores de las flores, las verduras y las frutas, los sonidos, todo el estilo de un Mercado (aunque en México son muy parecidos). Todo era perfecto; o al menos para mi, fue muy impresionante, interesante y agradable; la guía nos decía los nombres de algunas de las frutas y verduras que nunca habíamos visto, aunque ya ahorita no recuerdo nada, por ahí tengo un vídeo de ese recorrido. Lamentablemente todos mis vídeos son algo pesados y no los podré subir.


Hasta la fecha, sigo yendo a Pondicherry, me gusta ese lugar, la última vez que fui, me llevaron en motoneta por toda la ciudad, me encanta, me gusta todo lo que estoy viviendo aquí, y esto es apenas el comienzo.
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Una disculpa por no haber subido esta entrada, la verdad me perdí un poquito, porque ya no había temido tiempo de escribir.
Saludos :)

miércoles, 27 de mayo de 2015

Vamos a la playa, oh, oh, oh, oh, oh!

¿A quién no le gusta la playa? Creo que nunca había ido tanto a la playa, como ahora.
Y es que, tenemos unas cuantas playas a unas horas de nosotros. Entonces, es muy fácil tener ganas de ir y relajarte.

"Relajarte", desafortunadamente no es tan fácil, y es que hay una población hindú tan alta que a cada lugar al que planees ir, problablemente esté lleno, en especial los fines de semana (aunque creo que eso pasa donde sea que vayas).
Sin embargo, eso no nos quita la oportunidad de conocer y buscar la manera de divertirnos a dónde vayamos.

Marina Beach

Todos los mexicanos con los que vivo aquí me han hablado de Marina Beach, nunca he tenido la oportunidad de ir, y a lo qué me han contado, no sería una buena idea.
Por alguna razón los Indios (especificamente los que viven en Tamil Nadu)  están muy orgullosos de esta playa, y es que siempre cuando hablas de una playa en Chennai, la primera que nombran es 'Marina beach' ¿Por qué? Tal vez porque es la segunda más larga del mundo, ese puede ser un buen motivo; lo que no entiendo y la verdad no puedo juzgarlo aún, -ya que nunca he ido- es por qué les cuesta tanto trabajo cuidar sus playas. Un compañero me comentó que al llegar ahí, lo primero que notó fue un olor poco agradable, pues en esa playa desemboca uno de sus ríos con aguas contaminadas. No está dentro de mis planes visitar esa playa, ni aunque sea la más famosa de Chennai.

Elliot's Beach

Esta fue la primera playa que conocí en Chennai, y como no lo habíamos  planeado, obvio no llevaba traje de baño o algo para meterme al mar. Era fin de Semana, llegamos después de haber visitado los templos que mencioné en la entrada anterior y fue muy interesante. Recuerndo que lo primero que vi fue una especie de tierra con plantas, sólo  un espacio verde (¿Cómo es posible? yo creia que en la arena únicamente crecían palmeras).

Le pregunté a un amigo que ya había ido, casualemente es biólogo o químico, la verdad no estoy segura pero él conoce ese tipo de cosas, se empezó a reir. Me dijo que ese tipo de plantas crecían cuando existen muchos tipos de microorganismos y bacterias juntas y que eso sólo se producia por una razón no muy agradable. (Se los dejaré a su imaginación).

Había una gran cantidad de personas en la playa, y muchas nadando en el mar. No había ni un sólo extranjero a la vista  a demás de nosotros.  Es muy curioso como los hombres usan traje de baño de cualquier tipo, incluso esos que parecen calzones; y muy injusto por que las mujeres andan por la playa usando su saree, kurti o hasta en burqua las he visto, sí,  esos trajes negros que sólo dejan que se vean sus ojos. No sé como no se deshidratan en esas cosas. Pero ellas felices de la vida mojandose en el mar con un montón  de ropa encima.

El mar, tan bello. Lamentablemente cada vez que una ola venía, llegaba con una botella de plástico o hasta con bolsas de basura. La arena sucia, con un montón de papeles y pues fue triste para mi ver eso, no digo que toda la playa estuviera sucia, había  partes limpias también, pero aún asi esa tampoco fue una de mis playas favoritas.




Mahabalipuram beach

La tercera playa que conocí. Recuerdo que salimos temprano del campus, y yo tenía insertidumbre de qué pasaría  con esta playa,  ya me había  llevado una decepción  y la verdad  no esperaba lo mejor.

Tomamos un rickshaw para llegar a la estación  de camiones que está  a media hora del campus; teníamos que tomar un camión  que nos llevara a Mahabali, que está a más o menos dos horas de Mahindra, en donde se encuentra el campus.
Además de playa, Mahabalipuram es conocido por sus templos; desafortunadamente no los conozco todavía. Someday!

Llegamos a la última  parada de ese camión, es ahí  donde se encuentra Mahabali. Había que caminar una pequeña calle en donde se puede encontrar todo tipo de chucherías indias, cosas hechas a mano, trajes tradicionales, accesorios. Todo lo que a un extranjero le puede llamar la atención.  Cuando un vendedor te ve, te grita hasta que le pongas atención y entres a su tienda. Así que, imagínense cruzando por ahí y todos los vendedores que te ven llamándote.

Ese día una niña me siguió hasta la playa, tratando de venderme un brazalete, me insistía mucho,  y no se te despegan ni aunque les digas que 'NO' una y otra vez. Empezó ofreciéndome un brazalete por 100 rupias, luego 2 por 100, luego 5 y hasta que llegó  a 10 por 100 rupias. No le compré  ninguno. No quería un brazalete.


Cuando llegamos a la entrada de la playa, debo aceptar que al principio no me gustó, pues lo primero que vieron mis ojos fueron un montón  de botes de pesca (esta playa es de pescadores) y cada paso que daba, un pez muerto aparecía, incluso vi un pez globo; dicen que los pescadores dejan lo que no les sirve en la playa, y eso en cualquier playa, de cualquier  país. Al alejarnos más de la entrada, noté  que no había mucha gente, y la playa estaba limpia, eso me empezó a gustar mucho, nos paramos frente a un resort, como teníamos hambre y el sol estaba muy fuente,  entramos al restaurante de ese lugar.

Lo disfruté muchísimo, pedí una mojarra deliciosa, y estamos sentados muy a gusto viendo el mar, me relajé bastante bien. Aunque la comida no era nada barata, creo que valió  la pena.

Cuando salimos a la playa a estar en la arena y a mojarnos en el mar, ya había un poco de gente, y algunos eran extranjeros. No lo había imaginado, aunque bueno, estamos enfrente del resort. Estuvimos ahí más o menos por dos o tres horas, y nos fuimos antes de que oscureciera más.




Terminamos lo suficientemente cansados y muy hambrientos, ahora lo que seguía era buscar un lugar para cenar y relajarnos un rato más antes de regresar al campus a dormir.
Caminamos hacía fuera de la playa , por la misma calle de los vendedores,  y en ese momento tuve una vista hermosa, algo bohemia. Me enamoré de ese lugar al instante. Fue así como me di cuenta que mi playa favorita en Chennai era ésta.  Todo estaba planeado para que los visitantes disfrutaran.  Me encantó.



Luego de un rato de estar caminando entre calles y con la ayuda de Trip advisor, llegamos a un un pequeño restaurante llamado 'Budha cafe' , que en realidad era una terraza, cubierta por una palapa, con abanicos y luces. Y un poco de música reggae -uno de mis géneros favoritos-; todo era perfecto, tan hippie. Me enamoré  por segunda vez. 
Pedí un sizzler de verduras con pollo bañado en salsa de champiñones. El sabor era muy bueno, y de postre unos plátanos asados y empanizados muy interesantes. 
El día  había terminado a la perfección. 




Para finalizar y después de pagar, fuimos en búsqueda de un taxi para que nos llevara al campus y regresar a nuestra realidad. 
Definitivamente Mahabalipuram es mi lugar favorito de Chennai.


lunes, 25 de mayo de 2015

¡Shock cultural!

¡Vaya que hace mucho calor hoy!, bueno 38 °C con sensación térmica de 40°C lo explica.
Recuerdo que cuando llegué a India, específicamente a Chennai, ya me habían  comentado  que Tamil Nadu era uno de los estados más calientes de India, sin embargo, en Enero aún era "Invierno",disfrutábamos 25°C deliciosos y todos nos decían: "Esperate a que sea Mayo", esas palabras de verdad me asustaban. 
Y aquí  estamos, Mayo, ya 4 meses de que me fui de mi México.

La primera vez que salí  del campus estaba muy emocionada. Me habían contado que teníamos que salir en tren -nunca había  viajado en tren, y siempre había querido hacerlo-. Mis compañeros mexicanos me llevaron a ver unos templos y al zoológico.

Está no fue la primera vez, pero no tengo una foto de ese día  en el tren.
Tomamos el tren, y me encantó. No es el lugar más limpio del mundo, tampoco es nada cómodo y menos cuando se llena de Indios por todos lados. Es impresionante como quieren entrar a la fuerza; algunos hasta se quedan colgando de las puertas. Todo es cierto, a veces siento que se van a caer.

Y aún  y así  me encantó.

Estación  Paranur, la más  cercana de Infosys, Mahindra city



Llegamos a la estación a la que debíamos  bajarnos, luego teníamos que tomar un 'rickshaw' -me encantan esos "autos" como les dicen aquí, para mi son motos con 3 llantas; una amiga les dice "funny cars"; son tan bonitos- éste nos llevaría al zoológico de Chennai, pero antes teníamos que caminar a alguna avenida principal. Y fue aquí  en donde me dio mi primer Shock cultural. 
Una pequeña  calle, frente a mi una vaca, a un lado estaba un monte lleno de basura, pero eran cantidades que jamás  pensé  que vería y detrás se veía un templo religioso, cabe mencionar,  que aquí encuentras templos en cada esquina. Me quedé impresionada.

Las vacas no son dioses, ni son santas en India. No las comen por que ellas proveen otros tipos de alimentos, y es su manera de agradecer a la naturaleza.

Perspectiva trasera de un rickshaw


Encontramos el zoológico, es uno de los más  grandes de India, sin embargo, no tiene tanta variedad de animales.
Yo quería ver un elefante -aún no me he podido subir a uno, pero pronto-, y no encontramos ninguno, eso sí vimos un tigre,  encerrado en una jaula muy lejos, ni si quiera podíamos verlo bien. Había pájaros por todos lados y unos monos muy simpáticos. Creo que ese día  si me divertí  mucho. Caminamos como locos y terminamos bastante cansados.

El día siguiente, fuimos a ver los templos más cercanos, el propósito  principal  era encontrar la iglesia Saint Thomas, luego buscar un templo hindú ; son enormes, y algunos muy coloridos.


Llegamos a la iglesia Saint Thomas, era blanca y muy grande, es impresionante la comunidad católica  que existe en la India. Pero aún  y así, la mayoría tiene otras  religiones,  el porcentaje  de cristianismo es mucho menor.

Saint Thomas church

 El templo al que fuimos no era muy grande, y  querían cobrarnos un tour, que no pedimos, la verdad preferimos ver todo solos. Incluso, por tomar fotos quieren cobrar,  pero la verdad, nunca se dan cuenta cuando las tomas.

Para poder entrar al templo, es necesario quitarse los zapatos, y por cuidartelos te
cobran  como 2 rupias (no en todos los templos te cuidan los zapatos). Los Indios son muy listos, quieren cobrar casi por todo, y si te ven con cara de extranjero, te cobran el doble o hasta el triple -eterna discusión con los rickshaw para que pongan su taximetro-.

 

Nuestro recorrido terminó en la playa, pero esa ya será una entrada diferente que voy a escribir sobre las playas  de Chennai.

domingo, 24 de mayo de 2015

Living in India







No fue nada fácil llegar hasta aquí  desde el inicio. Tuve que esperar horas en el aeropuerto de Monterrey para que esta aventura empezara a formarse. Creo que muchos hemos pasado por esos momento, pero después de 13 HRS con 20 min llegué  a Frankfurt, Alemania (dato curioso: Fráncfort del Meno en español. ¡Gracias Google!).
Lamentablemente, no me tuve más que una hora para disfrutar el extenso aeropuerto de esa ciudad. Salí corriendo hacia mi siguiente vuelo, en donde me esperaban otras 9 HRS con 50 min  para llegar a mi destino, Chennai, India.
Fue un vuelo lento. Abordé, busqué mi asiento; inesperadamente una pareja de alemanes iban viajando, me tocó  el asiento a lado de la esposa del alemán y a él tenía un asiento separado más adelante. Ella me preguntó  si era posible que le cambiará el lugar a su esposo, para que él se sentara junto a ella. No me negué  (soy buena persona, a veces). Curiosamente, o mejor dicho, estúpidamente le cambié  mi boleto al señor -de verdad, no sé por qué  hice eso- y así  me fui hasta llegar a Chennai.
Llegamos, todo iba tan bien, hasta que... llegué a que sellaran mi pasaporte. Tenía que mostrar mi boleto y yo tan inteligente 'No tenía mi boleto a mi nombre', tenía el boleto del señor (que no volví a ver).
Tener que explicarle al señor que mi boleto se lo había  cambiado a un alemán, por la tonta razón de haber cambiado de asientos, fue lo más estúpido que hasta yo he escuchado. Afortunadamente, me creyó  y fui a recoger mis maletas con un sello nuevo en mi pasaporte (para los que no saben, tener un sello de otro país en mi pasaporte me pone muy feliz).
Todo iba tan bien, hasta que, noté que no había  Internet en ese aeropuerto -Cómo es posible que un aeropuerto no tenga wifi!?!?!?!?!?- y es que no tenía manera de comunicarme con nadie. Sola, en el aeropuerto, sin saber el idioma y uno que otro hablando un medio inglés (inglés indio, que al principio es muy difícil de entender) y para colmo, nunca, nadie me dijo que yo debía bookear un taxi, cuando pedí el vuelo en mi empresa. Ese momento fue el más  frustrante de mi vida.
Le pregunté a un guardia, si había algún teléfono público que pudiera usar y llamar a uno de mis compañeros mexicanos, que ya estaban acá. Su respuesta: ¡NO!
Un Indio me escuchó  (¡Gracias Dios!) Y se acercó como pudo a ofrecerme su celular para llamar y fue ahí, cuando supe que NADIE iría a recogerme al aeropuerto.
Caminé a pedir un taxi y lo primero que vi fue a una "linda" rata caminar frente a mi, pasando de un lado, hacía  el otro.
Luego de subir al taxi, noté que el volante está del lado derecho, fue interesante y aún más interesante es que usan su claxón cada minuto (los Indios manejan muy loco). ¡Shock cultural!

Afortunadamente, llegué  sana y salva al campus y lo que siguió ya no importa...

Nota: Antes de que medio mundo me corrija. Les llamo Indios y no hindúes por que una amiga mía de Bangalore, me dijo que era incómodo para ellos ser llamados "hindues". Por la religión y bueno, no todos son hindis.